TRATADO SOBRE LOS COOPERATIVISTAS

Por: Mahesh Timath Escritor. Conferencista.
Redes: @maheshtimath
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De qué forma personas que dicen ser cooperativistas van a desarrollar la filosofía cooperativista, si, en su modus vivendi piensan y hacen la vida capitalista. Es como esperar que un pez vuele.

El fracaso no es del sistema cooperativista (filosofía, principios, valores, misión, visión), es de los cooperativistas (personas) que no han distinguido la sal del azúcar, por lo que, es evidente y vital un cambio en las mentalidades de los cooperativistas para relanzar el cooperativismo en todas las latitudes.

Caminar sobre los errores no es lo malo, sino permanecer ahí. En lo adelante los cooperativistas poniendo la acción desde quienes la dirigen deben incentivar la educación no como algo obligatorio, mas bien, como la única alternativa que hará evolucionar el cooperativismo, solo la educación tiene la virtud de mantener cualquier sistema sin importar las adversidades.

Continuar con la mediocre práctica de capacitar solo a los que la dirigen y sus allegados es un gravísimo error que lesiona la calidad de lo que puede beneficiar el cooperativismo a sus integrantes.

La visión del líder va más allá de sus intereses personales, es para el bien colectivo sin tomar ventajas de su posición.

No es que no se pueda educar a los socios, es que no les interesa que sus socios tengan la cuota de poder que les corresponde y esto deja una vez más en evidencia la miopía adquirida de quienes hoy presiden los altos mandos en nuestras cooperativas y su temor de ser desplazados de lo que no es suyo.

Los individuos que con sus actos pretenden ser vitalicio en los cargos directivos y administrativos de las cooperativas, si en una época fueron usufructuosos sus aportes, lo están desbaratando con su ambición miserable de poder.

A quienes con sus elocuentes discursos mantienen motivados a los socios y creen engañar al resto del mundo, solo nos queda tenerles lástima por la paupérrima visión de la verdad y su traición al sistema.

No olvidemos las sabias palabras de un presidente de la República quien dijo: Los funcionarios no han comprendido que solo son una sombra en el poder.

A los socios quienes creen que las quejas resuelven los problemas, les expreso así les duela que las quejas no sirven sino es para hacer cambios que beneficien el sector. Las palabras son del aire y los hechos de acero.

Ustedes como socios activos y delegados en las diferentes asambleas son quienes ponen, quitan y dejan permanecer a los directivos. Ellos deben ser leales a sus intereses y responder por sus necesidades, enfrentar juntos los desafíos para llevar bienestar a sus hogares.

Socios, no olviden que las decisiones son tomados por y para ustedes. En tanto, ustedes son la representación por excelencia del poder, y si hay algo que no les conviene solo es preciso refutarlo. Tomen posesión de lo que es suyo porque les pertenece, razón de ser son cada uno de ustedes y sin importar cualesquiera de las condiciones socioeconómicas aquí todos somos iguales, amén hermanos cooperativistas.

La juventud, que se desvanece en el sin saber de las cosas y se pierde como el rastro del ave en la tierra por la ignorancia, debe hoy enfocarse y ser consciente de que son la esperanza desde hoy, aquí y ahora de toda las sociedades del mundo.

Que no tengan puestos medios mandos o de alto nivel directivo, no significa que no estén llamados a cumplir con el rol de formarse, educarse y ser el modelo de liderazgo que quieren ver. Hay que predicar no con palabras como desde la creación del mundo se ha hecho, sino con el mismo verbo que Cristo enmarcó en su paso por la tierra.

Las sociedades son inciertas si su juventud no es dotada del saber. Crea atraso social el que la juventud quiera solo divertirse y no educarse para asumir nuevos desafíos. La oportunidad se conquista con el esfuerzo constante.

Hay que eximir la idea a los millennials que las cosas se consiguen de la noche a la mañana. Si no hay sacrificio, no hay frutos que recoger. La grandeza exige un gran sacrificio.

El apoyo de los directivos a la juventud no es significativo y limitan sus acciones, esto se traduce a otro atraso más provocado por la  inseguridad de quienes se suponen que más deben creer en la juventud.

El cooperativismo fuera otra cosa y superior a lo que hoy conocemos si tantos dirigentes no hubiesen querido limitar el crecimiento de la juventud, la engrandecen con sus palabras y la matan a sangre fría con sus hechos insólitos.

La mujer tiene un papel tersurado como la flor de Venus e intenso como el herrero, así que, darle el espacio que se han ganado es solo reconocer parte de su valor, porque en todo lo que hacen, lo hacen grandioso, el toque de sus manos produce esplendor y encantos infinitos.

No es una opción sí una obligación cambiar de pensamientos para innovar y desarrollar el cooperativismo.

Las cooperativas no solo deben exhibir fortaleza financiera en su sistema, mejor aún deben mostrar socios con sus necesidades básicas satisfechas y con las riquezas honestamente distribuidas. Es menester recordarles que la riqueza de una cooperativa no lo dicen las ganancias sino sus socios satisfechos.

Sobre las competencias cooperativistas

Competir es darle razón al capitalismo, cooperar es darle vida al cooperativismo. Nacimos para ayudarnos. La fraternidad viva en las acciones de nosotros.