Estudiantes de la Fuerza Aérea participan en “viaje sin destino”

Santo Domingo. Más de 150 jóvenes estudiantes de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FF.AA.) realizaron este martes un “viaje sin destino”, para conocer los litorales aéreos del país.

Los académicos, acompañados de oficiales superiores, salieron en horas de la tarde hacia el Aeropuerto Internacional de Las Américas, José Francisco Peña Gómez, donde fueron recibidos por agentes del Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (Cesac).

Los componentes del Cesac encabezaron un amplio recorrido por los puestos de seguridad del aeropuerto, logrando que los jóvenes comprendan la importancia de las medidas preventivas.

“Cada persona que vaya a montarse en un avión debe pasar por la etapa de revisión y confirmación de identidad”, señaló el sargento Paredes.

Mientras los adolescentes visualizaban los modernos dispositivos de identificación y escaneo, los oficiales los guiaban hasta la terminal desde donde saldría la aeronave.

El comandante general de las FF.AA, Carlos Febrillet, explicó que esta actividad es parte del programa de aprendizaje de las academias de la entidad, para que cada aprendiz tenga la oportunidad de aplicar los conocimientos ya adquiridos en clases.

“Ustedes van a ver lo que es la fuerza de aceleración, la fuerza de gravedad. Aquí podrán utilizar todo lo que ya han aprendido”, dijo Febrillet.

Además, agradeció al director de la empresa Sky Cana, Frank Díaz, por habilitar sus servicios para el desarrollo estudiantil. Díaz manifestó el mundo de la aviación es amplio para todos los apasionados que desean integrarse en él. “Esperemos verlos pronto trabajando aquí con nosotros. Les deseamos mucha suerte”, afirmó el empresario.

Asimismo, los adolescentes, quienes actualmente cursan secundaria, agradecieron la experiencia ofrecida y la entrega del certificado “Fly to Nowhere”.

La aeronave de la referida línea, un Airbus 320 (A320), sobrevoló el espacio aéreo de Montecristi, Sámana, La Romana, y luego devuelta a Las Américas.

Durante los 55 minutos de trayecto en el “viaje sin destino” la tripulación desarrolló su trabajo de manera protocolar, mostrando así, por vez primera, a los jóvenes cuál es la experiencia de “irse de viaje”.

Fuente: listín diario