«Discapacidad motora no es un limite»

En San  Pedro de Macorís está Emely Henríquez, una niña de diez años con una discapacidad motora, que no quiso una prótesis en su brazo, por entender que no la necesita para triunfar en la vida. La niña es una excelente estudiante que aspira a ser abogada para defender a las mujeres.

“No me siento aislada, siempre participo de todos los juegos y mis compañeros dicen busquen a Emely. En la hora de los talleres de la tanda extendida, siempre participo, además no me considero discapacitada”, asume Emely.